FUENTE: http://www.agroinformacion.com/la-ce-ha-presentado-una-normativa-para-impulsar-el-uso-de-aguas-residuales-en-plantaciones-agricolas/
La Comisión Europea (CE) presentó este lunes 28 de mayo normas para impulsar y facilitar el uso de aguas residuales tratadas para el riego de plantaciones agrícolas, de modo que se alivie la escasez de agua mediante su reutilización pero al mismo tiempo se garantice que este uso es seguro.
Para ello, el Ejecutivo comunitario propone una regulación que fije unos requisitos mínimos para la reutilización de las aguas residuales tratadas procedentes de instalaciones de tratamiento urbanas.
Estos cubren, por ejemplo, los niveles de microbios en el agua, como la bacteria E.coli responsable frecuente de problemas intestinales, o la frecuencia y características de los controles de calidad del agua.
UN TERCIO DEL TERRITORIO SUFRE ESTRÉS HÍDRICO TODO EL AÑO
Asimismo, se introducen tareas de gestión de riesgos que permitan identificar cualquier peligro adicional al que se deba hacer frente para que la reutilización sea segura y prevén un aumento de la transparencia para aumentar la información disponible para los ciudadanos.
El objetivo es fomentar la reutilización del agua, que en la UE está “muy por debajo de su potencial” a pesar de que un tercio de su territorio sufre estrés hídrico todo el año -la demanda de agua supera la cantidad disponible o el uso se ve restringido por su baja calidad- durante todo el año y la escasez es un problema en muchos países.
La Comisión calcula que la reutilización de agua en la UE podría multiplicarse por seis de aquí a 2025, pasando de los 1.100 millones de metros cúbicos al año que se reutilizan hoy a 6.600 millones de metros cúbicos.
Según sus estimaciones, esta cifra podría alcanzarse con una inversión de menos de 700 millones de euros y a un coste del agua reutilizada de menos de 50 céntimos de euro por metro cúbico, lo que en última instancia permitiría reducir en un 5 % el estrés hídrico.
Bruselas señala además que los agricultores que utilizan aguas tratadas para regar tendrán más información sobre la calidad de la misma y les será, además, más fácil cumplir con la legislación de higiene de los alimentos.
Las normas, que tomarán la forma de un regulación, complementan la legislación comunitaria en materia de calidad del agua y alimentarias cubriendo la laguna que existe hasta ahora en cuanto a la reutilización de las aguas residuales tratadas.

Europa propone nuevas normas para estimular la reutilización de agua para riego agrícola

El objetivo de las nuevas normas es garantizar que se haga el mejor uso posible de las aguas tratadas, constituyendo una alternativa fiable de suministro de agua




La Comisión Europea ha propuesto hoy nuevas normas para estimular y facilitar la reutilización del agua en la UE para el riego agrícola. Estas nuevas normas ayudarán a los agricultores a hacer el mejor uso posible de las aguas residuales, al igual que aliviarán la escasez de agua, protegiendo al mismo tiempo al medio ambiente y a los consumidores.
El comisario Vella, comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, ha declarado lo siguiente: «Esta propuesta nos va a beneficiar a todos. Nuestros agricultores tendrán acceso a un suministro sostenible de agua de riego, nuestros consumidores sabrán que los productos que consumen son seguros y surgirán nuevas oportunidades para nuestras empresas. El mayor beneficiado será sin duda el medio ambiente, ya que la propuesta contribuye a mejorar la gestión de nuestro recurso más valioso: el agua».

¿Qué propone la Comisión?

• Introducción de unos requisitos mínimos para la reutilización de las aguas residuales tratadas procedentes de instalaciones de tratamiento de aguas residuales urbanas, en relación con los elementos microbiológicos (por ejemplo, los niveles de la bacteria E. coli) y la frecuencia de los controles. La introducción de unos requisitos mínimos garantizará que el agua regenerada producida con arreglo a las nuevas normas sea segura para el riego.
• Gestión de riesgos para identificar cualquier riesgo adicional al que se deba hacer frente para que la reutilización del agua sea segura.
• Aumento de la transparencia. La población tendrá acceso a la información en línea sobre las prácticas de reutilización del agua en sus respectivos Estados miembros.
La reutilización del agua en la UE está actualmente muy por debajo de su potencial, a pesar de tener un menor impacto medioambiental y de suponer un ahorro importante de energía en comparación con la necesaria para extraer y transportar agua potable. Además, un tercio de la superficie de la UE adolece de estrés hídrico durante todo el año y la escasez de agua sigue siendo una preocupación importante para muchos Estados miembros de la UE. Las pautas meteorológicas cada vez más impredecibles, como las sequías extremas, pueden acarrear consecuencias negativas para la cantidad y la calidad de los recursos de agua potable. El objetivo de las nuevas normas es garantizar que se haga el mejor uso posible de las aguas tratadas procedentes de instalaciones de tratamiento de aguas residuales urbanas, constituyendo una alternativa fiable de suministro de agua. Al conseguir que las aguas residuales no potables vuelvan a ser útiles, estas medidas contribuyen al ahorro del coste económico y medioambiental relacionado con la instalación de nuevos suministros de agua.

Contexto

Esta propuesta contribuye a paliar la escasez en la UE en el contexto de la adaptación al cambio climático. Garantiza que las aguas residuales tratadas que se destinan al riego agrícola sean seguras, protegiendo así a los ciudadanos y al medio ambiente.
La propuesta estaba prevista en el programa de trabajo de la Comisión para 2018, como consecuencia directa del plan de acción para la economía circular, y completa el marco jurídico vigente de la UE sobre el agua y los alimentos.
Complementa la modernización en curso de la economía europea, la política agrícola común y las ambiciones en materia de cambio climático, participa en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas en la UE (en particular, del Objetivo 6 sobre el agua y el saneamiento), al igual que forma parte de la transición hacia la economía circular, uno de los objetivos principales de la Comisión.