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martes, 24 de marzo de 2015

Arquitectura sostenible










Arquitectura y sostenibilidad




Sostenibilidad en la arquitectura del sector turístico

España es la tercera potencia turística mundial. El turismo es una de las piezas fundamentales de la economía de nuestro país.

Sin embargo no todo es positivo, algunas modalidades de turismo y ciertas actividades recreativas pueden dar lugar a la destrucción de hábitats, al deterioro del paisaje y a una encarnecida competencia por recursos y servicios escasos (agua dulce, territorio, energía, tratamiento de aguas residuales, etc.).

Los edificios con usos relacionados con el sector turístico -como hoteles, apartamentos y otros de servicios asociados- tienen mucho que ver con esta destrucción del medio ambiente, recursos, paisaje,... por lo que su correcto diseño y mantenimiento es muy importante para el destino turístico donde se ubica.

Algunos de los principales perjuicios que los inmuebles destinados al uso turístico pueden suponer a su entorno -y que por tanto hay que tener especial cuidado a la hora de su diseño y uso- son:

Explotación insostenible del agua como recurso natural

El uso intensivo del agua está relacionado con muchos de los servicios turísticos como piscinas de recreo, Spa, campos de golf o parques temáticos.

La necesidad de atender la enorme demanda de turistas supone para muchos de los destinos turísticos una presión excesiva sobre el abastecimiento de agua potable (agotamiento y contaminación de acuíferos, necesidad de costosos trasvases…)

Contaminación del agua y vertido incontrolado de aguas residuales

Las aguas residuales generadas por los centros turísticos se vierten directamente a los cursos de agua o directamente al mar, provocando su contaminación.

Consumos energéticos y emisiones de gases

Las altas condiciones de confort que los establecimientos turísticos quieren ofrecer a sus huéspedes requiere de una gran demanda energética, más aún cuando muchos de estos edificios no se hallan adecuadamente diseñados, sin aprovechar las condiciones climáticas de su entorno, sino al contrario en muchos casos, debido a un mal proyecto arquitectónico los consumos derivados de los equipos destinados a obtener estas adecuadas condiciones de confort (iluminación, renovación de aire, climatización,...) se multiplican.

Los equipos de iluminación y climatización (calefacción y refrigeración) así como los de producción de agua caliente sanitaria (ACS) -muy importante en piscinas climatizadas y SPAs- son importante generadores de emisiones de gases contaminantes y generadores del efecto invernadero.

Generación de residuos

El alto número de personas concentrada en una porción pequeña del territorio genera la alta producción de residuos localizados que en muchos casos se encuentran descontrolados -sin un adecuado plan de separación y recogida para su posterior reciclaje- por parte de los edificios y el municipio.

Pérdida de calidad ambiental y envejecimiento del parque turístico

La elevada presión que sufren desde hace años determinadas localidades ha tornado obsoletos muchos de sus servicios e infraestructuras lo cual, de no mediar renovación, conlleva la pérdida de calidad ambiental general, así como de competitividad como destinos turísticos.

En resumen, la propuesta de futuro para el sector radica en un turismo de calidad y ambientalmente sostenible. Este modelo ha de recoger consideraciones de sostenibilidad que permitan la conservación y adecuada gestión del entorno en el que éste se desarrolla y de sus servicios. El objetivo es, pues, que el vital recurso que representa el medio ambiente no se degrade, y no afecte con ello a la estabilidad económica y social actuales y futuras de tan importante pilar de nuestra economía.


Estamos cansados ya de preocuparnos de la sostenibilidad en el sector turístico para satisfacer las demandas de los turistas exigentes en materia del cuidado con el medio ambiente -sobre todo los provenientes del norte de Europa- y no simplemente por mantener nuestros recursos, nuestro paisaje, nuestra riqueza; ya que, al fin y al cabo, es nuestro territorio, donde vivimos nosotros y donde lo harán nuestros hijos. Si lo degradamos, no sólo perderemos a los turistas, sino más importante todavía, destruiremos nuestro territorio: nuestro hogar.