Una Startup es una
organización humana con gran capacidad de cambio, que desarrolla
productos o servicios, de gran innovación, altamente deseados o requeridos por
el mercado, donde su diseño y comercialización están orientados completamente
al cliente.
Como su propio nombre indica, una
startup es una empresa de nueva creación y en etapa de desarrollo.
El carácter innovador forma parte de la
esencia de una startup, que desarrolla su modelo de negocio a partir de ideas
originales e innovadoras que tienen el objetivo de cubrir una necesidad
con una oferta que todavía no existe en el mercado o que no está adecuadamente
desarrollada. El riesgo y la incertidumbre están mucho más presentes en una
startup que en otro tipo de empresas, por cuanto a que hablamos de ideas
innovadoras que cubren una necesidad pero que tienen un desarrollo
incierto hasta su puesta en marcha y su encaje en el mercado. La incertidumbre
sobre cómo reaccionará el mercado ante una oferta realmente innovadora es un
factor con el que ya juegan la gran mayoría de las startups, que suelen
comenzar con un espíritu más ligado al de una aventura empresarial que
de un negocio propiamente dicho.
La tecnología es una aliada
imprescindible para una startup. Su desarrollo, por tanto, suele tener un
fuerte componente tecnológico tanto en lo que respecta al producto o servicio
en sí, como en su forma de distribución, el marketing, la atención al cliente,
etc.
La ambición de la gran mayoría de
las startups es que su negocio sea escalable. Es decir, que la rentabilidad se
pueda multiplicar con la misma inversión: llegar a más con lo mismo.
A diferencia de otro tipo de
empresas, las startups no suelen recurrir a las fuentes de financiación
tradicionales, como puede ser un préstamo bancario. De hecho, su modus
operandi es arrancar con una mínima inversión particular y el
trabajo de los socios fundadores, que suelen cubrir todos los perfiles básicos
para desarrollar y poner en marcha el negocio.
Una vez el negocio de la startup
alcanza cierta madurez y se dispone a iniciar una fase de crecimiento que requiere
de una inversión adicional para dar el salto definitivo, lo más habitual es recurrir
a rondas de financiación o a inversores privados.
A diferencia de otro tipo de
empresas, el negocio de las startups no suele ceñirse a un ámbito geográfico
concreto. Su ambición es global y trasciende fronteras, algo que va
directamente de la mano de su carácter innovador, tecnológico y escalable.
Para apoyar este tipo de empresas, BBVA organiza la 9ª edición de la Open Talent
Requisitos de las empresas participantes
Proyecto operativo o una versión beta.
Startup creada a partir del 1 de enero de 2013.
Con menos de 1,5 millones de euros de ingresos en
el último año.
Con menos de 2,5 millones de euros de financiación