La Guasch, ubicada en Sangüesa, fue una oportunidad de empleo para ella y otras 90 mujeres de la comarca durante los años 70 y 80 del siglo pasado. Cuando comenzó la crisis algunas de estas personas empezaron a plantearse su futuro laboral.
Por la cabeza de Isabel rondaba ya una idea. Conocer el trabajo mecanizado de la fábrica, los tejidos de las materias primas, el manejo de las máquinas y el trabajo en manual en la línea de producción, fue la primera experiencia relacionada con el sector textil. Y, con este bagaje, tras 27 años trabajando por cuenta ajena, empezó a madurar la idea de emprender.
Mientras iba madurando su idea, perfeccionaba su técnica. Dedicó alrededor de un año y medio, a participar en cursos de formación en emprendimiento, a aprender de otros negocios secretos y trucos para tratar prendas delicadas, a conocer los diversos tratamientos del textil y las cualidades de cada uno de los productos de limpieza que tendría que emplear. Toda esta preparación era indispensable para que su proyecto funcionara.
Tras una inversión de transformación del local y la compra de maquinaria en 1995, Isabel Aranguren inauguró Tintorería ISARA. Instalada en una bajera de la familia nació un nuevo negocio en Sangüesa para dar servicio de tintorería y lavandería al estilo tradicional.
Durante más de 25 años, Tintorería ISARA ha ofrecido sus servicios de lavandería y tintorería, limpieza en “seco y mojado”, adecuando el tratamiento al tipo de textil, a la Ciudad, a toda la Comarca de Sangüesa, a particulares y pequeñas empresas de las Cinco Villas de Aragón y de los Valles Pirenaicos. Todo tipo de prendas, desde ropa de diario, trajes de bodas, bautizos y comuniones, disfraces, edredones, mantas, alfombras, ropa de bebé, etc. han pasado por las habilidosas manos de esta mujer inquieta y menuda.
No siempre fue un camino fácil, las modas, las tendencias, la pérdida de población son algunos factores que en algún momento han hecho temblar su negocio. Pero últimamente, con la expansión de los principios de la economía circular y la idea de que alargando la vida de las prendas también se cuida el medio ambiente, las costumbres van cambiando y cada vez hay más gente que reclama este tipo de servicios. Por esto, ahora, cuando llega para ella el momento de su jubilación, de retirarse a descansar, Isabel se resiste a echar la persiana de manera definitiva a su empresa; y busca personas inquietas y emprendedoras como ella para continuar con la actividad.
Esto le ha llevado a ponerse en contacto con la Agencia de Empleo y Desarrollo de la Comarca de Sangüesa para participar en el proyecto Hartu Lekukoa/Relevo generacional en la Montaña de Navarra promovido por la Asociación Cederna Garalur y financiado por el Fondo FEADER y el Gobierno de Navarra en el marco del PDR 2014/2020.
